Salta, un Destino de Fe: miles de peregrinos vivirán una nueva Celebración del Milagro

Cada septiembre, Salta se convierte en escenario de uno de los actos de fe más conmovedores de la Argentina; la Procesión del Señor y la Virgen del Milagro. Durante diez días, del 6 al 15 de septiembre, la provincia recibe a miles de peregrinos y visitantes que llegan desde distintos rincones del país e incluso del exterior, atraídos por la devoción y la fuerza espiritual de una tradición que atraviesa generaciones.
El Milagro es mucho más que una celebración religiosa, es un acontecimiento cultural, social y turístico que transforma a la ciudad en un punto de encuentro multitudinario. Año a año, se estima que más de 1 millón de fieles participan de las distintas ceremonias, destacándose las columnas de peregrinos que recorren cientos de kilómetros a pie o en bicicleta para llegar hasta los pies de los Santos Patronos Tutelares.
Las historias de fe emocionan y sorprenden, desde San Antonio de los Cobres descienden más de 9 mil peregrinos que cruzan la puna salteña, desde Cachi lo hacen alrededor de 2 mil devotos atravesando los Valles Calchaquíes y se estima que llegarán a la catedral más de 6 mil, ya que se sumarán peregrinos en el trayecto desde La Poma, Payogasta, Seclantás, Molinos, Colomé, Gualfín, Tacuil, Amaicha y otros parajes. Otros grupos parten de la Quebrada del Toro, Nazareno o provincias vecinas como Jujuy, Catamarca y Tucumán. Todos confluyen en la ciudad con un mismo propósito, renovar el pacto de fidelidad con el Señor y la Virgen del Milagro.
La jornada central llega el 15 de septiembre, cuando las imágenes recorren las calles de la ciudad de Salta en una procesión multitudinaria que constituye una de las expresiones populares más masivas e históricas del país. La emoción se manifiesta en cada esquina: pañuelos blancos en alto, cantos, rezos y lágrimas de devoción acompañan el paso de los santos patronos en un clima único.
El origen de esta devoción se remonta a 1692, cuando fuertes temblores azotaron la región y el pueblo encomendó su fe a la Virgen y al Santo Cristo, quienes desde entonces son considerados protectores de Salta. Más de tres siglos después, la tradición permanece viva y constituye un patrimonio cultural inmaterial que enriquece la identidad de la provincia.
Así, cada septiembre, Salta reafirma su Pacto de Fidelidad, recibiendo a miles de fieles y turistas que encuentran en el Milagro una experiencia de espiritualidad, historia y cultura que no tiene comparación en la Argentina.