Casablanca vuelve a brillar en la noche porteña
reabrió la tradicional tanguería de San Telmo. Lo hizo con una gran propuesta artística y un impactante despliegue escénico que demuestran porqué el tango en Buenos Aires es el producto turístico por excelencia.
Para dar a conocer el espectáculo, con el que después de 20 años Casablanca regresa a la escena porteña, el viernes 21 de enero se llevó a cabo la esperada Avant première que dio inicio a la temporada.
Fueron cerca de 120 profesionales entre agencias de viajes, organizadores de eventos y prensa los que durante 80 minutos disfrutaron de un show de alto impacto.
La anfitriona y encargada de recibirlos fue Liliana Carcavallo, propietaria de la emblemática tanguería que cuenta con capacidad para 300 personas y que fue restaurada respetando su estética original y cuidando hasta el más mínimo detalle de su ambientación, lo que la convierte en “la casa de tango con más glamour de Buenos Aires”, asegura la empresaria.
“Por acá pasaron los más grandes, esto es un templo del tango”, subraya emocionada Liliana que no llegó hasta aquí por casualidad. Pertenece a una familia de empresarios teatrales. Su tío abuelo, Pascual Carcavallo, estuvo al frente del Teatro Alvear y su padre se dio el gusto de presentar a Carlos Gardel en su última actuación en Buenos Aires.
“Me enamoré del abrazo del tango, de ese abrazo interminable y de todo lo que el tango tiene para dar”, dice quien además es la productora y directora general del espectáculo, y que con esta apuesta busca “devolverle el lustre a su apellido”.
Los invitados fueron agasajados con un catering ofrecido por el vecino café Molière, encargado de la gastronomía y que contará con diferentes propuestas para tentar a los visitantes.
En el piano comienzan a sonar los acordes del tema principal de la película Casablanca y eso indica el punto de partida para lo que vendrá: un gran despliegue escénico que pone de manifiesto el virtuosismo de un grupo de jóvenes y talentosos artistas.
“Elegante, sofisticado y visualmente muy bello” así define Carcavallo al tango escenario y agrega “eso es lo que busca y le encanta al turista”.
En la misma sintonía, Ariel Altieri, que pone su voz sobre el escenario y es responsable de la puesta junto a la coreógrafa Débora Agudo, se entusiasma “vamos a volver a instalar Casablanca en la escena porteña”. También se lucen su compañera vocal y cuatro parejas de bailarines que demuestran su destreza en esta danza, reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La orquesta, bajo la dirección de Ariel Rodríguez, es un capítulo aparte. Ubicada en un sector elevado que balconea sobre el salón le imprime la fuerza y el carácter necesario a cada tema, como cuando interpretan el fantástico Tanguera del maestro Mariano Mores o el nostálgico Adiós Nonino de Piazzolla.
Pensado no solo para seducir a los viajeros extranjeros sino también a aquellos locales que quieran redescubrir la identidad rioplatense, el show acentúa su exquisita estética en el vestuario.
Las funciones irán viernes, sábado y domingo a las 21h, luego habrá clases de tango y más tarde milonga para los que se quieran quedar a bailar en este sitio reconocido de Interés Cultural por el gobierno de la Ciudad.
“Estamos muy esmerados en tener un producto realmente exquisito para los turistas”, con estas palabras y entre los aplausos y elogios de los asistentes, Liliana Carcavallo cerró la primera noche de lo que promete ser una exitosa temporada
Casablanca está ubicada enBalcarce 668, calle que atraviesa el casco histórico de San Telmo y que también es conocida como “la calle de la música”. Supo ser una de las pioneras y principales casas de tango que vivieron su apogeo a fines de los 60 y que brillaron durante décadas.
Por allí pasaron: Virginia Luque, Susana Rinaldi, Enrique Dumas, Jorge Sobral, María Graña, Hugo Marcel y Néstor Fabián; las orquestas de Leopoldo Federico, Raúl Garelo, el Sexteto Mayor y Jaime Torres. También sobre ese escenario dejaron sus huellas Juan Carlos Copes y María Nieves, El Chúcaro y Norma Viola, Gloria y Eduardo y el Ballet Brandsen, entre otros.