Un aniversario a todo vapor con bandidos y bandoleros

25 de mayo de 1945. Fecha histórica para los argentinos y año histórico para el mundo. 78 años atrás finalizaba la Segunda Guerra Mundial y el día que los argentinos celebramos el Día de la Patria, en ese año tan especial, un tren a vapor comenzaba a hacer historia en la Patagonia.

En el marco del aniversario de la llegada del tren, Esquel se prepara para disfrutar de una propuesta innovadora que conjuga arte, turismo e historia.

El Viejo Expreso Patagónico será el escenario donde se interpretará un asalto perpetrado por Jack Bradford y sus pistoleros, evento organizado por el Gobierno de la provincia del Chubut

Aquel viernes 25 de mayo de 1945 no fue un día más para uno de los lugares más atractivos del sur argentino. Aquel viernes los vagones de un tren a vapor llegaban, por primera vez, a Esquel cargados de alimentos, materia prima para la producción y el comienzo de una historia sobre rieles que conmueve a los habitantes y turistas y que significó un paso clave en el desarrollo económico de la región.

Sin la comunicación física que habilitó el tren a vapor, es difícil imaginar cómo se hubiesen mantenido cohesionados los territorios y de qué manera hubiese crecido la zona.

Cinco años más tarde, en 1950, los vagones ya eran testigo de las historias y las anécdotas de estudiantes, familiares y turistas que encontraron en el Viejo Expreso Patagónico un medio de transporte que hoy es un ícono del lugar.

Cuenta la historia que el tren llegó a Ingeniero Jacobacci, un pequeño pueblo ubicado en la zona de la meseta central del Sur de Río Negro, en 1917 y cuatro años más tarde se decidió conectar este pueblo con Esquel. Para tal fin, en 1922 se encargan las locomotoras (50 Henschel y luego 25 Baldwin) y los vagones y desde allí nace el trazado que llega hasta Esquel a través de 402 kilómetros y más de 600 curvas.

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